Pablo López Ormeño
Economista Asesor de la FTC
Cada cierto tiempo surgen propuestas de privatización de Codelco. Hace ocho años la oposición argumentaba que en manos privadas la empresa tendría una gestión más eficiente; en ese periodo proponían venderla en unos 4.000 millones de dólares. Ciertamente se hubiera hecho un pésimo negocio, puesto que entre 1994 y el 2000, Codelco le ha entregado al Estado de Chile 7.300 millones de dólares, rompiendo con ello el paradigma que una empresa estatal no puede ser eficiente, pues con la concurrencia de los trabajadores y la administración de la empresa – a través de la Alianza Estratégica – ha quedado demostrado que esta empresa de todos los chilenos puede ser tanto o más eficiente que los principales operadores de la industria.
Los mismos personeros de la derecha insisten hoy en privatizar Codelco, el argumento esgrimido en esta oportunidad es derrotar la pobreza en Chile con los recursos de la venta de la empresa. El objetivo es noble, pero la solución propuesta absurda, puesto que cualquier persona en su sano juicio no pretendería vender su patrimonio para generarse una situación de bienestar económico de corto plazo.
El valor presente de Codelco hoy es del orden de los 9.000 millones de dólares, que si se emplearan en obras sociales, permitirían crear una situación de bienestar hipócrita, por cuanto sería tomar recursos de inversión para destinarlos a consumo. Aunque se empleara en bienes durables la prevalencia de este bienestar no excedería de una década.
Todas las corrientes ideológicas le predican a las personas que ahorren e inviertan su patrimonio para asegurar su bienestar económico en el largo plazo. Esto es igualmente válido para las empresas y los países, donde las decisiones entre consumo e inversión deben ser tomadas en horizontes de largo plazo (20 ó 30 años).
Desde el enfoque de la teoría del consumo permanente, planteado por el doctor en economía Milton Friedman, el bienestar económico en cada momento del tiempo se maximiza con un flujo de consumo estable, para lo cual la riqueza se debe invertir de modo que reditúe flujos de ingreso en el largo plazo, de modo de no consumir la riqueza un solo periodo. En tal sentido, se deben privilegiar proyectos que aseguren una corriente de flujos de riesgo y rentabilidad aceptables.
Para el Estado de Chile, tener hoy invertidos en Codelco 9.000 millones de dólares en valor presente, es una de las mejores decisiones consumo-inversión de largo plazo que un agente económico podría tomar. Y más aún, gracias al Proyecto Común de Empresa con la concurrencia de los trabajadores de todos los estamentos y la administración, se ha comprometido duplicar el valor de la empresa de aquí a cinco años, asegurando flujos todavía mayores para el Estado, lo que traducido en términos de la teoría del consumo permanente antes citada, supone incrementar el nivel de bienestar del país en el largo plazo.
En consecuencia, mayores y permanentes ingresos para el Fisco a través de los excedentes generados por Codelco, contribuyen en forma directa a las obras sociales del Estado y a derrotar la pobreza en forma sustentable en el tiempo.
Si hacemos una mirada retrospectiva al desempeño que ha tenido Codelco como empresa de todos los chilenos, nos encontramos que entre los años 1973 y 2000 le ha entregado al Estado la no despreciable cantidad de 32.358 millones de dólares, equivalente a lo ahorrado en 20 años por los cotizantes del sistema previsional, cifra que duplica la inversión de empresas de la Unión Europea en Chile. Estos recursos tienen la particularidad de ser empleado por el Estado en obras que cada año benefician al país en su conjunto.
Es cierto que invertir en la industria minera lleva consigo hacerse cargo del riesgo inherente de ese mercado, lo que implica que los excedentes de Codelco están condicionados a las variaciones del precio del cobre.
A decir verdad, los resultados de la empresa han observado una volatilidad similar a la del precio, cuyas cotizaciones son anualmente más bajas. Sin embargo, lo rescatable es que los excedentes que obtiene Codelco han mantenido un nivel promedio histórico en torno a 1.100 millones de dólares anuales, ello porque la empresa y quienes en ella trabajan han sabido ajustarse a las exigencias del mercado, implementando nuevos modelos de gestión para producir con costos cada vez menores. En el gráfico anexo es posible observar cómo han evolucionado los excedentes que Codelco entrega al Estado y el precio del cobre dando cuenta de la relación antes descrita.